viernes, 16 de abril de 2010

De Paris a los Jaivas

“Todos Juntos” por estos días es la canción de la desunión entre la múltitienda Almacénes París y Los Jaivas. El grupo aseguró que no sabía nada del uso del tema para un comercial donde transformaron la Plaza de Armas de Santiago en un verdadero carnaval con centenares de personas coreando el tema ya inserto en el subconciente nacional.

La canción pertenece a la compañía disquera Warner Chappell. Ellos vendieron por $4.902.800 pesos, el derecho de autor que autoriza a usar “Todos Juntos” en el comercial de París. Como la industria musical siempre ha sido un negocio, esta vez no fue la excepción y pasaron a llevar la opinión de los músicos viñamarinos, quienes pretenden levantar acciones legales contra la empresa retail.

Antes de este himno popular e incluso del disco “Todos Juntos” (1971), Los Jaivas – compuesto de High Bass, primer nombre de la agrupación cuando amenizaban tocando swing y jazz en distintas fiestas del círculo bohemio de Viña del Mar - tuvieron su génesis con la improvisación musical.

Luego que Eduardo “Gato” Alquinta volviera de su viaje espiritual por Colombia en 1967, Los Jaivas tuvieron un cambio radical en la forma de hacer su música. La tónica en esos tiempos era la vanguardia y los sonidos de este quinteto no se quedaron atrás.

Hay cinco discos que no se conocen popularmente. Llamados La Vorágine salieron el 2004 y las canciones son una verdadera reliquia de la pre-historia del grupo. Son 4 horas donde la desestructura en la composición y la falta de arreglos tonales marcan el preámbulo de lo que sería Volantín (1971), primera placa de los viñamarinos que marca el inicio oficial del conjunto con sonidos anglo-folclóricos y con toda la sobredosis de la psicodelia de la época.



Las canciones estaban repartidas entre viejos amigos, pero el gran registro lo tenía la Radio Valentín Letelier de Valparaíso y el productor Alfredo Saint Jean, organizador del Primer Festival Internacional de Música de Vanguardia efectuado en Viña del Mar. El rescate de estos temas fue idea del tecladista Claudio Parra. Pensó que sería una buena forma de recordar al “Gato” y mantener viva la imagen del grupo.

La Vorágine es casi un experimento para los oídos. Es entrar en el mundo de Los Jaivas donde se siente un grupo en vías de lograr su sonido más sólido. Cambios entre el blues, el folclór y una serie de sonidos que no se detienen en un tiempo preciso y de desconocen métricas precisas, hacen de estos cinco discos una pieza de única y de colección.



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